Culturalmente hemos olvidado la pérdida. Vivimos ganando, considerando que lo único que puede hacerse es crecer, tener más, ser más. Apartamos a las personas que no crecen, a lo que se hace decrépito. Apartamos a nuestros ancianos, a nuestros enfermos y a aquellos que "pierden". Es más, hacemos que se aparten a sí mismos. Es triste, pero es como funciona la cultura en la que hemos crecido.
Por todo ello, no estamos acostumbrados a perder. Y sin embargo la pérdida nos llega una y otra vez. Podemos perder un trabajo, una relación, un ser querido... y normalmente no estamos listos para reaccionar a ello.
Normalmente se dice que todo proceso de pérdida requiere un duelo, que consta de cinco fases: negación, ira (en ocasiones indiferencia), negociación, dolor emocional y aceptación. Pasamos por esas fases con la ayuda de las herramientas que tenemos: nuestra personalidad y capacidad de resilencia, nuestras experiencias anteriores y nuestras creencias.
Hasta cierto punto es labor de cada tradición religiosa el ayudarnos, si no con apoyo externo al menos con el apoyo de la propia creencia, a superar los traumas de la pérdida. Como paganos, somos vitalistas y al tiempo rendimos culto a los ancianos y la propia muerte. Al menos, lo hacemos en teoría. Supongo que no somos en este país un grupo lo suficientemente mayor o lo suficientemente grande como para tener una experiencia amplia y real a este respecto. Lo cierto es que creo que no estamos acostumbrados a enfocar la pérdida. Al menos aún no.
Sinceramente, creo que el bebé que he perdido no era mío. No aún. Era tal vez una promesa, pero no algo tenido. Y en mi creencia, esa diferencia tiene una gran importancia. Sí. Tengo las manos vacías y es algo triste. Pero estas manos vacías están dispuestas para llenarse más pronto o más tarde. Y mientas tanto, listas para ocuparse en los menesteres que se me ocurra.
Perder es un proceso que ocurre constantemente, en la sombra. Y también lo es recuperarse. Ambas cosas son relevantes hitos personales y espirituales que conviene tener presentes.