26 de noviembre de 2014

Folkish (o la importancia de la sangre)

La importancia de la propia sangre en el paganismo es uno de esos temas controvertidos por los que uno es amado u odiado (o ambas cosas). Uno de esos temas que es mejor no tocar para mantenernos a salvo y felices.

Y esto es así porque cuando hablamos en estos términos nos acercamos peligrosamente a lo que se entiende por un ideario racista o incluso a la vinculación con elementos políticos concretos de extrema derecha. El ejemplo más claro de esto es el caso de los paganos nórdicos que se autodenominan folkish. La sombra (y en ocasiones la acusación directa) del nazismo les persigue.

Quiero dejaros una traducción muy inexperta y de andar por casa (es decir, que tengo el libro en inglés al lado y traduzco/transcribo directamente. Traductores, perdonadme.) de la definición del termino "Heathenismo Folkish " que escribió Galina Krasskova en su libro "Exploring the Norhtern Tradition". Es una obra sencilla que a mi me aclaró muchos conceptos.
"En el limite más conservador del espectro (de los heathens), tenemos el Heathenismo Folkish . Puede que no haya otra "denominación" más controvertida que esta. En 1996, "folkish" se usaba como sinónimo de "racista", denotando a alguien que estaba a solo un paso de la Supremacía Blanca. Por fortuna esta visión reaccionaria se ha suavizado de algún modo con los años y ahora podemos ver un espectro de creencia y práctica dentro  de la comunidad Folkish.  A un nivel básico, los Heathens Folkish creen que para practicar tradiciones del norte uno debe ser Anglo/Germánico/Escandinavo o estar inculturizado en estas comunidades. Para algunos, aquellos que no sean descendientes de europeos deben formar parte de la comunidad por adopción o juramento de sangre. Para otros nada será suficiente si no eres de ascendencia ingelsa/germana/escandinava. Ponen, como los tribalistas, una gran atención en construir una comunidad heathen fuerte (mucho folkish son también tribalistas). El Heathenismo de todos modos es considerado primero y ante todo una religión ancestral. Para apreciarlo completamente, para tener un vínculo directo con los dioses nórdicos, uno debe formar parte de este legado ancestral.Muchos Heathens Folkish no se consideran a sí mismos racistas  (aunque hay un porcentaje de la comunidad que sí) pero sencillamente no comprenden por qué  alguien que no sea de ascendencia germánica buscaría honrar a los dioses gérmanicos y su cultura. Estas personas deberían ser animadas a buscar y honrar sus propios dioses indígenas."

¿Es esta una postura adecuada? Cada cual puede juzgarlo a su propia manera, claro está, aunque nunca se deba hacer pasar una reprobación más o menos velada por una duda. Lo que no puede hacerse es decir, injustamente, que folkish es por definición una ideología nazi o de extrema derecha. No obstante, si que deberíamos tener cuidado con a qué actitudes damos alas y a qué ideologías damos cobijo. No debería darse pie en los grupos folkish o no a ideologías abiertamente dañinas. Personalmente considero que la religión y la política no deberían imbricarse nunca tan estrechamente como para que la una diera sustento y amparo a la otra. Es más, en cuestiones de agresión y violación de los derechos humanos, tal vez la religión debiera siempre ser la primera en tomar un camino activo y no uno pasivo, y por tanto educar y denunciar por igual.





Pero volviendo al tema de la importancia de la propia sangre. Queda claro que mi hijo se parece a mi, y que yo me parezco a mis antepasados. No es tan solo una cuestión genética si no cultural y de educación en gran parte. Tenemos que reconocer que tenemos raíces, pasado. Negarlo y desasirnos de él es algo que podemos hacer pero lo contrario, es decir, bucear en él y aprender puede ser la base de un crecimiento posterior nos lleve a donde nos lleve.

El culto a los antepasados implica antepasados físicos, aunque pueda hacerse para algunos también con antepasados espirituales. Un antepasado es una parte de tí, una conexión directa. Un antepasado es una lección buena o mala que aprender. Tus antepasados te ligan. Hasta cierto punto.  Si provienes de una familia de locos, puedes ser un loco o ser completamente cuerdo. O incluso cualquier cosa entre medio.

Tiene sentido que si tienes un pasado, busques en él lo más adecuado para tí. Pero también tiene sentido que no lo encuentres. Lo que no tiene sentido es que nadie distinto a ti decida donde no puedes encontrar tu camino.

Seamos sinceros, este tema es más relativo en europa que en america. Aquí la diversidad es menor, pero sobre todo seguimos arraigados. No necesitamos identificar nuestra filiación de origen para diferenciarnos de otros. No necesitamos nuestra filiación origen para identificarnos a nosotros mismos.

El camino siempre es único. Puedes pisar la parte de tus ancestros o no hacerlo. Haberlo hecho antes o hacerlo en un futuro. La sangre está ahí. Siempre será un recurso. Pero no es todo lo que uno es. La sangre, como muchas otras cosas, puede conformar parte de tu todo identitario pero no definirlo por completo.

13 de noviembre de 2014

Textos Sagrados


Es complicado.

Es sumamente complicado hablar de textos sagrados dentro del paganismo. Quizás porque en realidad no tenemos. Ni tendremos nunca.

Pero empecemos por el principio. Un texto sagrado es aquel texto que o bien está escrito por lo divino o bien inspirado directamente por ello y que como tal sirve de base de fe para una religión. Esto ya nos plantea un problema a todas las tradiciones paganas. El concepto "Base de fe" es complicado. El concepto "fe" lo es más aún.  Como siempre, el uso de las palabras es al tiempo un aliado y un enemigo.

Pero dejemos a parte los problemas de concepto con todo lo relacionado con la fe. Al fin y al cabo, esa es una discusión para otro momento, si no para otro medio o para otra persona....

Los paganos no tenemos textos escritos por los Dioses, cualesquieran que sean. Sabemos que todos nuestros textos los han escrito hombres y mujeres como nosotros. Sabemos que tienen tradiciones que a veces son la misma que la nuestra, y a veces no. Y sabemos también que sus caminos son distintos a los nuestros.

Los paganos podemos aceptar la inspiración. Un texto inspirado es bello, y enseña. De hecho un texto inspirado puede ser extremadamente sagrado.... para quien ha recibido la inspiración. Un texto inspirado es, en todo caso, la expresión palpable de la hierofanía personal del autor. Un texto sagrado es la resulta de una experiencia casi mística, si no mística por completo. Por lo tanto un texto sagrado es, en parte, inefable. Esta es la contradicción básica del impulso de comunicación del místico. Y es ésta también la belleza del mismo.

Pero no, la experiencia de otro no es extrapolable. En la experiencia de otro no se aprende aquello que el otro aprendió. Del estudio de la experiencia ajena no se entresaca "la verdad". En todo caso se ve parte de otra senda, hermosa y única, que te ayude tal vez a comprender cómo es, ha sido o será la tuya.

No. No creo que tengamos textos sagrados.

4 de noviembre de 2014

¡¡¡¡Fluffy!!!!



Para mí, Fluffy es una palabra con premio.

Para empezar, Fluffy es bonito. Es peluchesco y adorable.

Para los que no conozcan el término, que asumo que son los menos, fluffy es el diminutivo popular de la expresión inglesa "flyffy bunny", que se puede traducir por conejito mullidito o conejito peludito. Altamente abrazable.

He encontrado, por cierto, otra referencia al término. Se trata de un juego de comer en el que dos o más personas se meten en la boca "nubes" (marshmallows), ganando el que más dulces consiga tener. Absurdamente dulce y posiblemente divertido hasta decir basta. Así puede llegar a ser algo fluffy.

Fluffy es una palabra que habitualmente le es adjudicada a un "otro". Un tercero, un extraño, alguien que no forma parte del grupo. Así, es una preconcepción y también un insulto. Significa que la persona de quién se dice es un ignorante de su religión (pagana, habitualmente wicca), y que todo lo que considera al respecto es bien, luz, amor.... Dicho en otras palabras... "flores, mariposas, arcoiris, plastilina". (Respecto al considerable daño cerebral que la publicidad nos ha hecho, otro día tal vez).

Fluffy es, por extensión, la forma de definir todas las cosas que son místicamente monas. Por ejemplo las nieblas plateadas y las hadas brillantes y benévolas. Todos aquellos unicornios que conceden deseos sin sacrificios. Fluffy pueden ser las melodías que se alzan del corazón a la luna. Fluffy puede ser una danza silenciosa. Fluffy puede ser entonces todo lo que es tierno en nuestra practica, creencia y forma de vida.

Sea como se mire, es una palabra de lo más graciosa. Habitualmente quien más la usa para referirse a otros, más cerca de ser lo que critica se encuentra. Porque Fluffy no es sólo un ignorante, si no uno orgulloso que ya sabe todo lo que debe y desea.

¿Existe entonces el contra-fluffy? ¿El anti-fluffy? Alguien que se concentre en lo morboso de la religión. Que sólo cuente que los dioses son duros, exigentes, ávidos, orgullosos, furiosos... Alguien que considere que sabe más que nadie y que no necesita saber más. Alguien así sería el conejo los Monty Python del paganismo.

...y podría ser muy divertido....

Hay una opción más ante el término: aquel que se autodenomina fluffy. Es una forma de quitarle hierro a la palabra. Así la palabra que era una piedra se convierte en un escudo. Cuando uno dice de sí mismo que es fluffy, dice "me gustan las hadas brillantes, los arcoiris, la luz, los unicornios...." Cuando uno dice de si mismo que es fluffy dice "tengo mucho que aprender aún". Y eso está bien. Pero a veces, cuando uno dice de si mismo que es fluffy, es una excusa para no mirar otra vez. A veces, decirse fluffy implica pervertir al pobre conejito. Decirse fluffy a veces es sinónimo de desear parecer humilde.

Yo misma digo a veces que tengo mis cosas fluffys. Al contrario que muchos otros, yo no quiero negar con ello el sentimiento reverente. No deseo que se pierda el hecho de los latidos perdidos en ocasiones importantes. No quiero negar el dolor o el sacrificio. Por que todo eso forma parte de mi religión tanto como lo que es bonito y fácilmente aceptable.

Yo no concibo ya Fluffy como un insulto. Para mí es algo descriptivo. Fluffy es tierno y dulce. Fluffy es místico en la versión bonita de la palabra. Fluffy tiene purpurina, chispitas, estrellas, velas de colores. Fluffy es una inclinación de todos los corazones a la que es saludable que nos acerquemos de tanto en tanto y en ocasiones, a menudo.